Se están confeccionando los carteles de Sevilla y Madrid en estos días. Ya están en la calle Valencia y Castellón.
Los avances de Sevilla con las bajas de los cinco del plante son desatrosos. Una feria llena de toreros que repiten actuaciones sin ningun motivo. La vuelta de Ponce como única figura y la presencia de Castella es lo más destacado. Hay unas combinaciones baratas y mal confeccionadas. Las ganaderias son las de siempre. Es de esperar que la cuestionada empresa baje el precio de las entradas considerablemente ante lo que se presume una feria indigna de Sevilla .La debacle de esta plaza; iniciada hace varios años se hace cada dia más real.
En Castellón más de lo mismo. Se ha proscrito la vertiente torista de los últimos años para dar entrada a los de siempre. En Valencia lo mismo. Todo sigue igual. Nada cambia.
Hay muchos toreros en su casa menos vistos y con posibilidades de decir cosas. Apenas se ven en estas ferias del principio de temporada. Alberto Aguilar, Miguel Angel Delgado, Urdiales,Saldivar, Sergio Flores, Angel Teruel, Abellán, Nazare, Robleño y muchos más nombres que merecen una oportunidad o un puesto ganado en tardes pasadas. Y además...sin noticias del gran mesías; José Tomás.
Pero no hay sitio para estos en la mesa de las ferias. Solo la repetición reiterada de los mismos con los mismos toros. El resto a su casa. Incluidos ganaderos que no forman parte del grupo VIP de las preferidas por los dueños del cotarro.
Los precios altos de las entradas no ayudan mucho a acudir a estas repetitivas ferias ni al resto que quedan por montar en este año que pinta muy mal.
Los empresarios que apoderan a sus toreros se reparten los puestos dando la espalda a la afición y repartiendo entre el clan cerrado. Desde hace años, sin que nadie haga nada. Y los marginados callados y acojonados si hablan por lo bajini para que no les señalen.
Cuantos toreros amargados están frustrados en sus casas esperando una oportunidad. Cuantos buenos ganaderos queman sus camadas en el campo o directamente en el matadero. Cuantos aficionados desertan de sus abonos ante tamaña farsa?
Ya está bien. Esto necesita un cambio de arriba a abajo. Que se vayan!
Hay aficionados buenos y apasionados por este bello arte, hay buenos toreros que no torean, hay bravos toros en las dehesas esperando una plaza. ¿ Por qué la fiesta está en horas bajas?
Unos señores taurinos son los responsables de esta deriva sin límite y de negro futuro.
La que nos espera y a los de Sevilla.
Amantes del Toro
Este es un blog para los amantes del mundo del toro
jueves, 20 de febrero de 2014
Un desastre de carteles.
jueves, 6 de febrero de 2014
El toro y el torero hoy y en los 80.
Yiyo inmortalizado en Las Ventas. |
En los años 80 el toro presentaba un trapio más terciado que el de ahora. Los tamaños y desarrollo de los pitones eran inferiores . Con la exigencia actual no se podrían lidiar en una plaza de primera. La forma de embestir era menos enclasada que ahora. Ganado más asilvestrado y menos seleccionado geneticamente. Hoy en día los ganaderos han mejorado mucho la selección , la alimentación y saneamientos en las explotaciones. Se ha creado un toro que embista incansable a la muleta y que aguante una larga faena de muleta. A veces resulta increible observar que un animal tan fiero y salvaje tenga un comportamiento tan noble y repetidor. No cabe duda que es un logro enorme para que la faena tenga una duración.
El toro de hoy de imponente lámina. |
Los toreros de ahora torean más perfecto y templado quizás que nunca. La técnica entre los profesionales ha mejorado pero ha surgido un toreo más mecánico y ventajista. Los trucos y la mecanicidad han llenado el escalafón. En detrimento de la variedad y el sello propio de cada uno.
El resultado es una fiesta más aburrida. Con un toro mas previsible y robotizado y un toro criado para el torero; las tardes resultan más aburridas por la ausencia de la emoción.
Esplendoroso natural de El Capea en los 80. |
En Las Ventas triunfaron un gran número de grandes toreros de diversos estilos. Pero viendo esas faenas el aficionado siente la nostalgia de la toreria olvidada, el toreo que sale del alma y el clasicismo barroco.
Por encima de todo está , el toro. Su raza, su comportamiento imprevisible y su fiereza deben primar para que la fiesta perdure. Una bravura mas fiera. Es el auténtico protagonista. Y debe de imponer respeto para que la fiesta recupre su sentido trágico y emocionante que nunca debió perder. Y el que tenga dos pelotas que se ponga a torear sin trampas y por derecho. Parece facil pero ahora resulta más dificil de ver que en épocas pretéritas.
Con eso se abarrotarán las plazas de nuevo porque ahí está la grandeza de la fiesta. Lo demás es superficial y edulcorado...
Añejo muletazo de Chenel lleno de sabor. |
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