Amantes del Toro

Este es un blog para los amantes del mundo del toro

jueves, 6 de febrero de 2014

El toro y el torero hoy y en los 80.

Yiyo inmortalizado en Las Ventas.
Recientemente se han proyectado unos documentales con las mejores faenas de los años 80, 90 y 2000 en la plaza de toros de Las Ventas. Muy interesantes y muy reveladores de la evolución del toreo en unas pocas décadas.
En los años 80 el toro presentaba un trapio más terciado que el de ahora. Los tamaños y desarrollo de los pitones eran inferiores . Con la exigencia actual no se podrían lidiar en una plaza de primera. La forma de embestir era menos enclasada que ahora. Ganado más asilvestrado y menos seleccionado geneticamente. Hoy en día los ganaderos han mejorado mucho la selección , la alimentación y saneamientos en las explotaciones. Se ha creado un toro que embista incansable a la muleta y que aguante una larga faena de muleta. A veces resulta increible observar que un animal tan fiero y salvaje tenga un comportamiento tan noble y repetidor. No cabe duda que es un logro enorme para que la faena tenga una duración.
El toro de hoy de imponente lámina.
La presencia es impecable y muchas veces exagerada. La moda del toro grande ha calado en todas las plazas de España. La utilización de fundas y alimentaciones supervisadas por profesionales cualificados han conseguido un toro de imponente aspecto. Pero se ha seleccionado un toro para el torero. La linea delgada entre el toro bravo y el noble sin emoción se ha estrechado con esta forma de seleccionar. La bravura ante el caballo también ha decaido dejando esta importante suerte en un plano secundario. Tenemos un toro mas noble. Pero muchas veces aburre al público.
Los toreros de ahora torean más perfecto y templado quizás que nunca. La técnica entre los profesionales ha mejorado pero ha surgido un toreo más mecánico y ventajista. Los trucos y la mecanicidad han llenado el escalafón. En detrimento de la variedad y el sello propio de cada uno.
El resultado es una fiesta más aburrida. Con un toro mas previsible y robotizado y un toro criado para el torero; las tardes resultan más aburridas por la ausencia de la emoción.
Esplendoroso natural de El Capea en los 80.
En los 80 y en décadas anteriores el torero era más imprevisible y tenía más personalidad. Las faenas eran más desgarradas, más intensas y mas cortas que en la actualidad. Había mas personalidad y diferentes estilos. La variedad de suertes y pases era mayor que en la actualidad. El toro más salvaje y el torero más puro que ahora. Las faenas más imperfectas, tal vez, pero con más emoción, más toreria y mas personalidad que ahora.

En Las Ventas triunfaron un gran número de grandes toreros de diversos estilos. Pero viendo esas faenas el aficionado siente la nostalgia de la toreria olvidada, el toreo que sale del alma y el clasicismo barroco.
Por encima de todo está , el toro. Su raza, su comportamiento imprevisible y su fiereza deben primar para que la fiesta perdure. Una bravura mas fiera. Es el auténtico protagonista. Y debe de imponer respeto para que la fiesta recupre su sentido trágico y emocionante que nunca debió perder. Y el que tenga dos pelotas que se ponga a torear sin trampas y por derecho. Parece facil pero ahora resulta más dificil de ver que en épocas pretéritas.
 Con eso se abarrotarán las plazas de nuevo porque ahí está la grandeza de la fiesta. Lo demás es superficial y edulcorado...






Añejo muletazo de Chenel lleno de sabor.


No hay comentarios:

Publicar un comentario