ES TIEMPO DE
TENTADERO EN EL CAMPO CHARRO.
El Juli en la dehesa invernal. |
Después del largo y
crudo invierno llega el momento de una de las faenas de campo más
importantes; el tentadero.
En el campo charro las
heladas, nevadas y lluvias constantes no han permitido tentar en las
numerosas ganaderías. Con la llegada de marzo empiezan a ser
habituales los tentaderos. Los toreros ultiman su preparación de
cara a la inminente temporada. Las primeras ferias están a punto de
empezar.
Diariamente se dan cita
matadores y banderilleros en las fincas salmantinas para su
entrenamiento. Los ganaderos lidian sus vacas a puerta cerrada en el
riguroso examen de la ganadería brava. Del comportamiento de sus
vacas dependerá el futuro de sus hierros. Bravura, duración, casta,
nobleza se buscan en las futuras madres.
Javier Castaño ayer en Pedraza de Yeltes. |
Las vacas aun con pelo
de invierno y entumecidas, se desperezan de los meses de frío, ponen
a prueba a los toreros y mantienen la ilusión de sus criadores.
La difícil situación
que vive el campo bravo ha llevado a la reducción del número de
vacas de vientre. Los ganaderos han tenido que recortar y reducir
enormemente sus cabezas. Esto puede traer un problema futuro de
escasez de toros.
Salamanca también ha
sufrido la crisis; y mucho. Para muchos la inviable situación ha
hecho que tuvieran que cerrar el negocio. Algunos después de varias
generaciones. Hierros históricos han desaparecido y otros están en
el precipio de la incertidumbre. Una pena.
Los que aguantan se
vuelcan en estos días de marzo en buscar simiente entre hembras y
machos para asegurar la supervivencia de sus hierros. Capotes y
muletas llenan de color los encharcados pastos y las placitas
camperas. Se visten los caballos; y picadores y vaqueros se preparan
en la suerte de varas.
Las viejas encinas, las
cercas de piedra, los caminos pecuarios y las casas camperas de las
históricas fincas son testigos del ir y venir vacas de los cercados
a los corrales. Las calzonas , los botos camperos, coches de
cuadrillas, trastos, petos, puyas y el trasiego de mayorales delatan
que es tiempo de tentadero en el campo charro.
Miguel Abellán. |
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