Amantes del Toro

Este es un blog para los amantes del mundo del toro

viernes, 7 de marzo de 2014

Es tiempo de tentadero en el campo charro.


ES TIEMPO DE TENTADERO EN EL CAMPO CHARRO.


El Juli en la dehesa invernal.

Después del largo y crudo invierno llega el momento de una de las faenas de campo más importantes; el tentadero.

En el campo charro las heladas, nevadas y lluvias constantes no han permitido tentar en las numerosas ganaderías. Con la llegada de marzo empiezan a ser habituales los tentaderos. Los toreros ultiman su preparación de cara a la inminente temporada. Las primeras ferias están a punto de empezar.

Diariamente se dan cita matadores y banderilleros en las fincas salmantinas para su entrenamiento. Los ganaderos lidian sus vacas a puerta cerrada en el riguroso examen de la ganadería brava. Del comportamiento de sus vacas dependerá el futuro de sus hierros. Bravura, duración, casta, nobleza se buscan en las futuras madres.
Javier Castaño ayer en Pedraza de Yeltes.

Las vacas aun con pelo de invierno y entumecidas, se desperezan de los meses de frío, ponen a prueba a los toreros y mantienen la ilusión de sus criadores.

La difícil situación que vive el campo bravo ha llevado a la reducción del número de vacas de vientre. Los ganaderos han tenido que recortar y reducir enormemente sus cabezas. Esto puede traer un problema futuro de escasez de toros.

Salamanca también ha sufrido la crisis; y mucho. Para muchos la inviable situación ha hecho que tuvieran que cerrar el negocio. Algunos después de varias generaciones. Hierros históricos han desaparecido y otros están en el precipio de la incertidumbre. Una pena.

Los que aguantan se vuelcan en estos días de marzo en buscar simiente entre hembras y machos para asegurar la supervivencia de sus hierros. Capotes y muletas llenan de color los encharcados pastos y las placitas camperas. Se visten los caballos; y picadores y vaqueros se preparan en la suerte de varas.

Las viejas encinas, las cercas de piedra, los caminos pecuarios y las casas camperas de las históricas fincas son testigos del ir y venir vacas de los cercados a los corrales. Las calzonas , los botos camperos, coches de cuadrillas, trastos, petos, puyas y el trasiego de mayorales delatan que es tiempo de tentadero en el campo charro.

Miguel Abellán.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario