Mandando y templando con la derecha. |
Perera atraviesa uno de sus mejores momentos. Al nivel
de su inigualable año 2008 donde se consagró como figura máxima del toreo.
En este año donde empezó apartado por empresas y
televisiones ha ido afianzándose como la figura más regular del año.
Impresionante su paso por Madrid. Sin orejas por la
espada dejó lo mejor de la feria de Mayo.
Después Pamplona fue testigo de su momento. En Beziers
indultó un toro de Daniel Ruiz en un faenón rotundo. El verano está siendo
suyo.
Llegó Bilbao y allí cuajó una de las mejores tardes de
su vida.
Con dos mansos bajos de raza de Alcurrucén se impuso
con el temple por bandera. Un temple que solo tienen los privilegiados. Un
valor de acero y una quietud pétrea.
Los muletazos son eternos. Más largos no pueden ser. Lleva
cosidos los pitones de los toros sin enganchones ni tirones. Torear es eso.
Enganchar, llevarlo largo y rematar atrás de la cadera. La ejecución de Perera
es perfecta. Además muestra empaque y clasicismo en sus muletazos mientras
puede a los toros.
En el toreo de cercanías es el amo y el final de sus faenas entre los pitones son propias de un domador de fieras. Rozando los pitones con los muslos en unos terrenos inverosímiles.
Pase ceñido por la espalda . |
Un lujo para el aficionado. Ver someter a un toro y
ver torear de verdad, con la panza de la muleta.
La tarde de Perera en Bilbao ha sido rotunda. De
figura grande. Con dos toros que no eran nada del otro mundo. Gran mérito y sólido
toreo de torero maduro y poderoso.
Parece haber recuperado el sitio con la espada que
muchos triunfos sonoros le ha quitado este año.
De seguir así Miguel Ángel Perera se alzará al trono
de los triunfadores de este 2012, como ya pasó en aquel inolvidable
2008.
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