Hijos de Celestino Cuadri: Seriedad y Bravura.

 

HIJOS DE CELESTINO CUADRI: SERIEDAD, BRAVURA Y SEÑORIO.

                                                                                              

Pocas ganaderías hay tan puras y bravas en España como la que dirige Don Fernando Cuadri. Un señor con letras mayúsculas.

Recientemente ha acaparado todos los premios al mejor toro de la feria de Castellón. Uno de sus toros de nombre “Comino” fue premiado con la vuelta en el arrastre. Y otro lidiado por Gallo estuvo al mismo nivel de casta o superior.

Los toros que cría con gran sabiduría este gran ganadero en su finca de Trigueros imponen el respeto que siempre debe imponer el toro de lidia. Su trapío imponente , toros bajos de manos cortas, amplios pechos y astifinas defensas. Y una mirada que hiela la sangre. Hechuras inconfundibles las de los toros de la “H” tumbada.

Corrida para Ceret a lidiarse en Julio de 2013.

Pero su comportamiento encastado impone siempre el respeto. Un toro bravo en el caballo, suerte a la que el ganadero exige lo máximo. Toro con mucha fijeza durante la lidia. La humillación es otra virtud de este toro. Toros poderosos a los que hay que picar con energía. Y siempre con un nivel muy alto de casta. Toros listos que embisten con todo. Son toros que pesan mucho al que se pone delante. El toro de Cuadri es mirón. Listo. El que se orienta cuando no se está bien colocado puede ser la peor de las pesadillas para un torero. Es un toro que requiere la buena colocación del matador, estando cruzado al pitón contrario y que pide la muleta adelantada.

Toros en la fica "Comeuñas" de Trigueros ( Huelva ).

Pero en una camada tan corta, de apenas seis corridas al año, el número de toros que embisten con largura y entregada bravura es muy alto.

Triunfador de los dos últimos San Isidros por ejemplo. Y de otros muchas plazas de primera categoría en una larga trayectoria.

Por ello los cuadris son toros garantía de emoción en cualquier plaza donde se lidien.

Su fama de ganadería de primera categoría es justísima. Y es que su dueño cria un toro para el público y no para el torero. Don Fernando dedica su vida con un acertado criterio a la cría de un señor toro bravo y ha conseguido elevar este hierro al máximo nivel. Con pocas vacas y sin refrescar con otras sangres. Solo con una selección severa basada en unos criterios inamovibles y una fidelidad a sus principios e ideas del toro bravo.

Triunfar con estos toros está al alcance de muy pocos. Hay que tragar mucho para poderlos pero cuando uno ve a un cuadri de seiscientos kilos embistiendo incansable con el morro por el suelo y repitiendo con codicia ante la muleta de un torero capaz, el espectáculo se engrandece y la emoción se desata en los tendidos. Y salir,salen y muchos. El otro día Luís Bolívar triunfó a lo grande con un gran toro.

Larga vida a los Cuadri por emocionar al aficionado con sus señores toros.

 

Fernando Cuadri.