La Venta del Batán, en Madrid. |
Durante décadas se podían admirar las corridas que se lidiarían en las ferias de San Isidro. Los aficionados disfrutaban de la contemplación de los toros en un entorno de naturaleza único. Las magníficas instalaciones con más de diez corraletas fueron otrora un lugar ideal para ver al toro de cerca. Muchos niños tenían la oportunidad de comtemplar un toro a pocos metros de distancia por primera vez en su vida. Los aficionados especulaban sobre el trapío de los toros, se hacían tertulias acerca de las posibilidades de embestir de cada corrida mostrada. Las mañanas de feria, en Mayo, se llenaban de curiosos, aficionados y jóvenes que tomaban contacto directo con el rey de la fiesta.
Aspecto de la entrada principal . Foto 6/Ene/2014 |
No es interesante economicamente para la empresa de Madrid; que demuestra una vez más lo que le importa el aficionado. La Comunidad de Madrid propietaria del terreno mira para otro lado en un nuevo desprecio hacia la fiesta. Luego decimos que la fiesta está en peligro. Que falta afición. Que hay muchos enemigos acechantes.
Pero políticos y empresariado taurino madrileño no hacen nada. No fomentan nada que no sea lucro para su propio bolsillo. La fiesta les importa un comino y el aficionado mucho más.
Las taquillas abandonadas. |
Los alrededores del aparcamiento. |
Me consta que hay muchos que añoran acudir por mayo a la Venta del Batán. Pero unos señores con mucha consideración con la fiesta la están dejando caer y hundir y han impedido desde hace ocho años disfrutar al aficionado de tan bellas estampas. Enhorabuena, por el logro! La teneís preciosa...
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