LA CRISIS EN EL
TORO; AÑO 2014.
Los pueblos disminuyen los espectáculos año a año. |
Las ferias de Junio
arrojan buenos resultados en cuanto asistencia de público. La
presencia de José Tomás en Granada y León dispararon los abonos y
los llenos fueron la tónica. Alicante tuvo también buena
asistencia de gente. Soria, Zamora, Toledo y Badajoz fueron otras
plazas donde hubo toros al reclamo de buenos carteles con figuras y
buen ganado.
Pero estas ferias y
otras muchas han visto reducidos sus números totales de festejos y
otras han desaparecido.
Granada se abarrotó con José Tomás. |
Y es que desde 2007 la
reducción de festejos ha sido drástica. La interminable crisis que
padecemos está haciendo sangre en todos los sectores de la fiesta.
Las ganaderías ven comprometida su existencia ante este descenso de
espectáculos. Actualmente se celebran menos de la mitad de corridas
que hace siete años. Las novilladas han caído vertiginosamente.
Desaparecen ganaderías históricas. Se hierran muchas menos cabezas
al año. Han desaparecido ya la mitad de las vacas madre en las
vacadas de bravo. La escasez de toros será un problema en un par de
años. Los ganaderos han tenido que reducir mucho o sacrificar la
ganadería ante la inviabilidad económica.
Novilleros sin
actuaciones, subalternos, mozos de espadas, fabricantes de piensos,
transportistas, trabajadores de campo, vaqueros, empresarios y
personal de plaza se han tenido que buscar los garbanzos lejos del
toro. El impacto está siendo terrible.
El futuro es incierto,
si bien las ferias de siempre siguen organizándose como siempre pero
con menos oferta y mejor calidad. Este ajuste está consiguiendo que
las empresas ideen mejores carteles y que surjan iniciativas para
jóvenes y ajuste de precios. Se busca un espectáculo sugerente y
más económico para fomentar la asistencia. Se está consiguiendo en
algunos sitios. Cáceres; un ejemplo,organizó una atractiva mini
feria en Mayo con descuentos para jóvenes y buenos carteles.
El ajuste era
necesario. En 2005 las cifras de espectáculos eran enormes. Se
herraba todo lo que nacía en el campo bravo. El mercado absorbía
todo.
Hoy en día ya no es
así. El dinero de ayuntamientos voló. Las ayudas de la
administración para el toro ya no existen. Las empresas flaquean y
se repiensan la organización de ferias, salvo en sitios
consolidados.
El panorama es
preocupante. La crisis del toro ya dura siete años. Hasta cuando? La
asistencia de público parece recuperarse, aunque hemos visto plazas
como Bilbao, Sevilla o Madrid, con ferias muy consolidadas, asomar
más cemento que nunca.
Toledo recuperó su esplendor con un buen cartel. |
La reflexión nos lleva
a una conclusión, hay que cuidar el espectáculo. La apuesta por la
calidad, el bajo precio. La oferta tiene que ser atractiva. Y la
gente acudirá. León y Granada se abarrotaron con el reclamo de José
Tomás. En Madrid se llenó cuando hubo carteles rematados. En
Sevilla no, porque se programó una mala feria. La lectura parece
simple.
Hoy están embistiendo
mucho los toros. Hay muchas ganaderías en gran momento. Y sigue
habiendo figuras y toreros interesantes.
Si se apuesta por la
calidad irá la gente a las plazas. Esperemos que esta dura crisis no
se lleve por delante la fiesta taurina. Ya ha sufrido largamente los
“recortes” en todos los sentidos. Urge salvaguardarla en estos
tiempos de incierta zozobra.