La semana pasada se celebró la feria de San Juan en Badajoz con un calor infernal. Unos carteles que habían levantado una gran expectación. Cutiño, el empresario ha demostrado de nuevo como se llena una plaza de toros hasta la bandera en tiempos de recesión. Olivenza por marzo y Badajoz en junio.
La presencia de José Tomás era la guinda de un pastel apetitoso. Había más guindas.
El primer dia Antonio Ferrera mató seis victorinos él solito. Seis variados toros que le exigieron lo máximo. Estuvo francamente bien. Con el capote excelentes verónicas y una larga en chiqueros al sexto, con las banderillas jugándose el físico con toros que fueron difíciles de parear. Y con la muleta toreo muy bueno a ratos. Muleta muy baja y profundidad. Con esta gesta Ferrera celebró su quince aniversario de alternativa. Con victorinos de los de siempre. Si señor, eso si es una hazaña y con 40 grados encima.
La segunda tarde africana traía anunciado el encontronazo de El Juli con José Tomás. Un revuelo en la temporada. El Juli reaparecía sin recuperarse e infiltrado de su reciente lesión de clavícula. Estuvo hecho un jabato. Rabioso, escandalosamente sobrado, venido a más por la rivalidad con el de Galapagar. Atropellándo la razón, comiéndose los toros a los que acorbadó. Soberbio con la muleta. Profundo, largo, hondo. Un puñetazo en la mesa, más fuerte si cabe de los que ha dado este año de represalías empresariales. De nuevo El Juli constató su orgullo, su raza y su condición de figurón del toreo. Cuatro orejas en cualquier plaza. No quería dejar pasar la ocasión de medirse a cara de perro con JT y lo ha pagado con la recaída de su lesión.
Dos figuras de época en Badajoz. |
José Tomás no se quedó atrás ante tan apabullante demostración. Tres orejas a dos toros que no le ayudaron nada. Todo lo sacó muy cerca de los pitones. Enorme mérito embarcar tan cerca. Con la zurda estuvo cumbre al natural. Mucha solemnidad y quietud. Sin alardes de cara a la galería. Macizo y poderoso. Y una estocada antológica. Triunfo incontestable. Una pena que solo quiera torear tres...
Padilla rellenaba el cartel y lo hizo con dignidad, a su estilo. Tiró de raza y artificios con el mejor toro para no quedarse atrás de la extraordinaria tarde de los dos grandes. Los toros de Garcigrande justos de todo y faltos de mucho. Era previsible. Por qué no se anuncian con otro hierro más encastado; si estos tienen motor y bragueta para ello?
El martes Morante, Manzanares y Talavante para cerrar. Una zalduendada anovillada. Volvió el toreo moderno. Morante poquito en el primero. Manzanares sin alma y sin ajuste. Se le vé derrotado desde Madrid. Faenas sin fibra y de lejanías. No está a gusto.
Talavante se atrevió a poner los palos. Estuvo con ganas y brillante a ratos. Alternó muletazos largos con enganchones y trompicones. Fue cogido sin consecuencias después de volcarse al matar. La colocación como siempre; en Antequera. La suerte no la cargan estos dos ni con el carretón. Y por eso emocionan más los otros.
El resumen muy sencillo. Con una feria corta pero con argumentos se llena una plaza con 40 grados en la sombra. O en Marzo con menos de diez y cayendo boquerones.
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