Tras el largo mes de toros en Las Ventas se vuelve al ritmo normal de toros los domingos en la plaza madrileña.
En Julio se anuncia un certamen de novilladas con una final donde torean los triunfadores. Horarios nocturnos y precios populares. La idea es buena pero el montaje es criminal.
Se anuncian novilleros desconocidos y sin oficio que no tienen otro arbol donde ahorcarse que venir a Madrid con un corridón de toros anunciado como novillada. La última carta antes de dejarlo o hacerse banderilleros.
Antiguamente los novilleros venían a la primera plaza del mundo con rodaje y oficio aprendido en plazas de menor relieve. Hoy en dia no se montan novilladas y los chavales llegan sin haber toreado ni en el parque de su barrio. El mundo al revés. Las pocas que se montan, se pagan a escote por los tres novilleros para cubrir la ruina del empresario. Un disparate consentido y conocido por todos. El famoso treinta y tres por ciento.
Para colmo en Madrid se traen unos corridones de toros dignos de Pamplona con más cara y cuerpo que la mayoría de cinqueños que se lidian en San Isidro en esta misma plaza.
¿Esto es un novillo? |
Ofensivo "novillo" lidiado en Madrid el 8 de Julio. |
Los apoderados anuncian a sus poderdantes ante las fieras. Los llevan al matadero para enfrentarlos a supuestos novillos de ganaderías en declive, de las baratitas.
El resultado: el desatre.
Llevamos dos novilladas de las cinco programadas. Dos novilleros corneados de mucha gravedad. Uno de ellos por partida doble; una en cada muslo. Los que consiguen salir ilesos lo hacen pálidos del miedo y dando gracias de salir andando. Estrellados y amargados. El triunfo es un milagro.
Juan Viriato sufrió un tabacazo ayer. |
Jesús Fernández fue gravemente corneado en ambos muslos. |
Estos chavales no se merecen esto. Y el público tampoco. No vamos a ver tragedias a una plaza de toros. El circo fue en Roma hace dos mil años.
Algunos pueblos de España organizan novilladas. Algemesí, Arnedo, Moralzarzal, Calasparra son algunos ejemplos de compromiso con los novilleros. Además se les paga dignamente. Pero hace falta más promoción con los nuevos. Y mucha más sensibilidad.
Asi no se cuida la cantera, ni podrán surgir nuevos valores. Y luego decimos que no se renueva el escalafón. Haciendo las cosas de este modo, será imposible.
Los apoderados por unos duros de la comisión envían a las fieras a un imberbe iluso que sueña con triunfar y hacerse un torero importante.
Con este sistema estos certámenes no tienen ni pies ni cabeza.
Así está el toreo...
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