La victorinada encima estuvo mal presentada. Solo tres fueron dignos. Y no salieron bien tampoco. Ni alimañas ni toros bravos. Mansa y sosa. Victorino pegó el segundo petardo de la tarde.
En descargo de Talavante hay que decir que tuvo la peor tarde posible. Un viento incesante y una gélida temeperatura invernal y la poca colaboración de al menos tres toros.
A pesar de todo no se confió en toda la tarde. Derrotado desde el paseíllo. Horriblemente vestido y mirando al suelo desde el principio sin convicción ni entusiasmo. No se mascaba buen presagio y él lo evidenció con falta de actitud.
Talavante no asentó nunca las zapatillas. |
El buen y claro tercero no fue aprovechado. Algún natural suelto. Lo demás no lo vimos. Nunca se puso de verdad ni se metió de verdad a poder a los toros.
La espada no le funcionó. Hizo guardia dos veces y con el descabello se eternizó en el tercero.
Pésimo con el capote toda la tarde. |
Todo salió al revés según dice él. Pero a pesar de ser cierto, pegó un petardo mayúsculo como algunos preveíamos.
Sin capacidad para seis toros, sin la actitud necesaria para ese reto hubiera sido mejor no haber montado este tinglado con spots incluidos. Debe reflexionar sobre su carrera y cambiar urgentemente de apoderado. Es para pensárselo hacia donde va este torero y qué quiere hacer con su carrera. Lo del sábado fue un fracaso rotundo que tendrá sus consecuencias.
Talavante derrotado abandona cabizbajo la plaza. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario