AGUILAR Y CASTAÑO SE IMPONEN A UNA PALHADA.

Alberto Aguilar ha cerrado su año en Madrid con una actuación muy seria e importante.
En la última de la feria de otoño tuvo que vérselas con dos palhas peligrosos y complicados.
Estuvo valentísimo toda la tarde y consiguió torearlos con gran técnica. Llegó a sacar pases buenos a un lote que no le regaló nada.

Aguilar gran dimensión en Madrid.

Ha mejorado en su colocación, toques y distancias. Además con bragueta espartana. También se le vió seguro con la espada donde ha mejorado. Se tira como un león.
Sin cortar orejas su paso por Madrid ha sido de gigante. Tarde para aficionados.Tiene que servir este esfuerzo, señores empresarios.

El año que viene me atrevo a adelantar que será un torero a tener en cuenta. Su doble paso por Madrid  este año y su grandiosa tarde de Dax no son casualidad.
Se han visto grandes evoluciones en todos los tercios, en su concepción y en su calidad. Mentalmente poderoso y con ganas de romper a torero impactante. Maneras clásicas y creciente conocimiento son los ingredientes que acompañan al pequeño Alberto.
Con la mala corrida de Palha también vimos una buena faena de Castaño. Sitio y temple como todo el año. El salmantino ha sido otro de los grandes del año. Le han zurrado los toros muy duramente y el domingo se llevó un nuevo palizón en sus maltrechas costillas. Su paso por Madrid fue solvente y entregado. Mantiene su cartel y su podio en la temporada de las corridas duras.
Robleño salvó la tarde con dignidad ante un pajarraco orientado y otro soso descastado.

Derechazo de Robleño.

Castaño apuñalado por el Palha.

La corrida fue descastada y peligrosa. Presentación desigual, de remates y pitones. Cada uno de su padre y de su madre. Con tantas sangres mezcladas ya se sabe. Una Palhada amoruchada .Otro petardo consecutivo de una ganadería que no debió venir a amargar a una terna que merecía una corrida de garantías.
David Adalid puso la plaza boca abajo. Dos pares de dentro a fuera. Clavando en la cara y saliendo andando; a un toraco peligroso que lo esperaba con dos puñales temerosos que le acariciaron el chaleco. Que ovación de clamor y qué torería! Adalid nos hizo recordar que los toreros no solo visten de oro.  
A pesar del ganado portugués ellos salvaron la última tarde de la feria.

Adalid se la jugó con torería en este par.