EL FUNDI: AMARGA DESPEDIDA EN MADRID.

EL FUNDI: AMARGA DESPEDIDA.

 

Tras el fiasco de su despedida en San Isidro volvía El Fundi a quitarse la amargura de su aciaga tarde de mayo.

Fundi recibiendo la ovacion .

Despedida programada en un cartel con poco fuste pero ante una ganadería muy de Madrid y con ciertas garantías.

Una vez más a El Fundi le faltó la suerte; como en casi toda su carrera. Un lote infumable. De los peores que le habrán correspondido en sus veinticinco años. Fue ovacionado al principio y al final de la tarde con gran respeto por los aficionados en reconocimiento a una carrera profesional y honrada.

La corrida de Puerto de San Lorenzo fue una escalera. Desigual y con poca raza y fuerza en casi todos. El excelente segundo tapó el petardo del hierro salmantino.

Como no. El toro de la tarde le tocó en suerte a El Cid. Con la mitad de la suerte del sevillano en los sorteos El Fundi hubiera tenido una carrera más exitosa y fecunda en triunfos.

Lo toreó despegado, con abuso del pico y falta de temple. Algunos derechazos fueron bellos pero sin toreo reunido y siempre con la suerte descargada. La plaza le jaleó exageradamente. Con la izquierda bajó mucho la faena y los tres pinchazos posteriores remataron el fiasco.

El Cid con la derecha.

 

Otro gran toro de puerta grande que se ha dejado ir el de Salteras. Y van así como una docena en estos últimos años. Madrid sigue tapando el ocaso de un torero acabado.

Con el otro manejable aunque sin fuelle; ración de pases sin decir nada. Y nuevo sainete a espadas.

Con este lote se podía salir a hombros fácilmente. A El Fundi le hubiera venido de perlas en su tarde de despedida.

Cerraba terna Luque. Se empeñó en mantener en el ruedo al tercero que era un inválido. El presidente fue su cómplice y le mantuvo. La faena al animalito fue de chiste. Con el último que fue manejable y soso aburrió al personal en otra faena larga de pases y más pases a cada cual peor. Este chico está de pena.

Una tarde para el olvido y una amarga despedida del Maestro Fundi que se fue con la suerte de espaldas una vez más; pero con una hoja de servicios llena de gestas y triunfos con los toros más duros y en las plazas más duras.