LA EPICA Y LA MAESTRIA: FANDIÑO
Y PONCE.
Sin muleta contra esos pitones...! |
En estos
primeros días de la feria de San Isidro han pasado cosas importantes
en el ruedo venteño. He aquí dos ejemplos.
El diestro de
Orduña, Iván Fandiño abrió su primera puerta grande después de
haberlo rozado desde hace años. Tuvo que recurrir a la épica. A la
tragedia. A la ruleta rusa. Se tiró a matar sin muleta. Con la
espada y el pecho y los muslos desnudos ante las afiladas puntas del
toro.
La recompensa tras la gesta. |
Enmudeció la concurrencia. Silencio de terror, de máxima
expectación. Fandiño secó gargantas y nervios en aquellos segundos
de verdadera emoción contenida. Salió volador del trance pero sin
herida por asta de toro. El acero enterrado en el morrillo y el héroe
con la fiera vencida a sus pies. Pañolada en los tendidos. Puerta
grande, conquistada. La plaza llena de murmullos de admiración,
suspiros de alivio y sonrisas nerviosas. Un gesto de un héroe. Una
inmolación en directo a cambio de una puerta abierta hacia la calle
Alcalá. Una entrega total de la vida por la gloria. Triunfo o
enfermeria. Apostar a todo o nada. Eso es lo que hizo Fandiño el dia
13 de Mayo en Las Ventas. San Pedro Regalado en el dia de su
festividad, le echó una muleta, la misma que el tiró al suelo
cuando se cuadraba ante el serio Parladé.
Fandiño volando. |
Ponce saludando la ovación inicial. |
Su segundo
toro; un bicho grande y bien armado pareció bueno en sus manos. Pero
tenía mucho que torear y más problemas de los que muchos quisieron
o supieron ver. La entrega de Ponce, su amor propio, su técnica y
porque no... su valor dejaron una faena de figura del toreo. Una obra
maciza de un maestro del toreo. Recién salido de un cornalón
entrando a matar en Valencia, tuvo los arrestos de tirarse de verdad
por buscar una oreja. Que afición y que grandeza. Todo presidido por
su empaque de siempre, su elegancia y su variedad de pases. Se gustó
y gustó su toreo caro. Pases genuflexos, trincheras y cambios de
mano marca de la casa. No hubo oreja por un pinchazo previo. No hubo
unanimidad entre los aficionados. Se criticó mucho al abuso del
pico. Opiniones diversas y contrarias. El maestro dictó una lección
y con un toro para examen. Algunos no lo vieron. El gran maestro
Enrique Ponce volvió a ejercer de catedrático en el templo del
toreo. Tocó varias materias; hombría, clasicismo, afición, elegancia, torería, arrojo, entrega, dominio, inteligencia. Muchas materias...para tanto doctrino.
Ponce dictó lección de muchas materias. |
La épica y
la maestría se dieron cita a mediados de mayo en Madrid. El Héroe y
el Maestro.
Que bien escribes, Paradinas. Tu si que eres un maestro.
ResponderEliminarEsperaba más crítica sobre Ponce aunque te ciñes a la verdad y el reciente pasado y los años de carrera tambien han de tenerse en cuenta.
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