TARDE TERRORIFICA EN LAS VENTAS CON TRES TOREROS DE VERDAD.

TARDE TERRORIFICA EN LAS VENTAS CON TRES TOREROS DE VERDAD.

El primer "cabrón".

El 30 de Mayo de 2014 sucedió. En Las Ventas. Una tarde de San Isidro que se recordará. Tarde de emociones, miedo, sangre, hombría, torería, peligro, de ays y olés. Una tarde que de las que hacen afición. Nadie se aburrió, nadie bostezó. Que espectáculo tan incomparable por emocionante y desgarrador. Que grandeza tiene el toreo...

Miguel Abellán abría cartel. Lejos de sus mejores tiempos. Alejado de las ferias de postín. Pero ayer demostró en "su madrid", lo que es un torero de verdad. Frente a un primer toro al que recibió a portagayola y que tuvo un peligro horroroso. El volteretón en los medios acongojó a la plaza. Un golpetazo terrible con posterior ración de pezuñazos y pisotones. Noqueado se levantó Abellán para ponerse a torear como si nada. Pisando terrenos comprometidos. Aguantando parones, miradas y tarascadas del feo y serio toro de El Montecillo. Se llevó una puñalada en la axila que le supuso una cornada en la lucha a muerte que mantuvieron el toraco y el gladiador. El descabello le quitó una oreja de ley. Pasó a la enfermería maltrecho, roto, desmadejado.

Miguel Abellán dió tres largas de rodillas.

La oreja Pero salió a matar el cuarto. Le esperaba un tren con dos puñales y no buenas ideas. Decisión y cojones; nuevamente. Vistoso con el capote y sincero con la muleta. Le dió el pecho al montecillo, molestado por el viento, bajó la mano y robó muletazos de sabor añejo y torería. Olía a torero gallardo en la plaza. Sabor y aroma de figura grande. Se tiró a morir en la estocada. El toro con la cabeza apuntando a su frente. Que emoción. La estocada le puso en la mano la oreja más cara de San Isidro. La vuelta al ruedo, aclamadísima. El público entregado con la entrega del madrileño. Admiración de la cátedra por la gallardía de un hombre de hierro, un torero con mayúsculas.

Pase de pecho de Ureña.

Paco Ureña, desconocido por casi todos pagó con sangre su actuación sincera y torera. Con sus dos toros tragó derrotes y cabezazos. Tuvo momentos brillantes de temple en sus trasteos. Corrió bien la mano, con suavidad a dos toros que eran justo lo contrario. Templó brusquedades a base de exponerse y ponerse en el sitio. En el quinto fue corneado en un traicionero gañafón. Cornada grande en el muslo y posterior paliza en el suelo librándose de los pitones voladores sobre su cabeza, de puro milagro.
Mató al toro, gallardo tras levantarse del palizón. Atravesó la plaza, cojeando y sangrando. Con el rostro desmadejado, céreo. Un torero que nadie conocía se iba al quirófano arropado por una merecida ovación de gala.

Cornada a Paco Ureña.

Joselito Adame cerró cartel. Su primero dió muestras de estar "currado". Iba al bulto con violenta maldad. El mexicano se llevó un pitonazo en la tibia al comenzar faena. Después arroló a su banderillero al que intentó acachinar contra el suelo. Se libró. Otro milagro. Después Adame se puso en los medios a esquivar puñaladas al intoreable. Y estuvo un buen rato echándole un par.
El sexto fue un buey imponente. Joselito se la jugó en los medios. Y con un viento imposible. Aguantó unos parones y unas miradas pavorosas. Los pitones a milimetros de su pecho. Vaya torero. Cuanta verdad. Admirable valor. Asi se viene a Madrid. La ovación de despedida fue de gala para Adame que cerró una muy notable feria para él. Su cartel queda muy alto en esta plaza por méritos propios.

Adame impresionante con el sexto. Arrimón.

Ayer los toros de El Montecillo pusieron el miedo en los tendidos. Toros muy bien armados, serísimos, fuertes, grandes, hondos, duros de patas. Su presencia imponente. Su comportamiento muy duro. Sin entrega y con sentido. Corrida peligrosa, la que más de la feria.
Delante de ella se pusieron tres machos. Tres toreros de los pies a la cabeza. Honradez, gallardía, valor de acero, entrega, suerte cargada, verdad. Y frente a un sexteto de cabrones. Que contraste tan grande con los del día anterior. Los de la pierna retrasada. Ayer hubo VERDAD.