Después de quedarse fuera de Valencia, Castellón y Sevilla ahora le toca el turno a Madrid. Demasiadas ausencias para una primera figura del toreo.
Aparentemente ha sido un problema con los derechos de imagen de televisión. Inicialmente el G-10 se posicionó frente a las empresas para negociar sus derechos televisivos con Canal Plus. El Juli abanderó la nueva estrategia al frente de sus compañeros. Cuando las empresas empezaron a confeccionar sus carteles poco a poco los miembros del club se fueron bajando de la moto y cedieron a las contrataciones directas con empresarios taurinos como se había venido haciendo en años anteriores.
El Juli se mantuvo firme en sus pretensiones pidiendo lo que según él era justo. Solo Miguel Angel Perera mantuvo la misma postura. Ambos curiosamente apoderados por independientes y no por empresarios como otros muchos toreros del G10. Parece seguro que estos se apearon y cedieron ante sus apoderados que manejan entre todos casi todas las plazas importantes de España. En cambio El Juli y Perera con más independencia no lo hicieron. Conclusión: fuera de las primeras ferias grandes del año.
En concreto el torero madrileño se ha ofuscado aún más en su postura y ahora se ha quedado fuera de Madrid. Tras estar apalabrado en dos corridas repentinamente y por una supuesta diferencia económica de trenta mil euretes se ha quedado fuera. Su apoderado Roberto Domínguez y el empresario Martínez Erice se han enzarzado en un cruce de acusaciones e improperios.
De todo esto se deduce que El Juli está "fichado"; le han tomado la matrícula. En cierta forma van a por él.
Parece que no le van a pasar ni una las empresas y a la menor diferencia le dejarán fuera de los carteles de otras ferias venideras.
El resultado de todo este tinglado es negativo. La afición pierde por no ver a una figura, que además está en un momento espléndido de madurez. Los empresarios se ahorrarán unos millones y rellenarán con teloneros de segunda fila sacando a la calle infames carteles como ha sucedido en Valencia y Sevilla. Ya veremos Madrid...
El Juli anda mosqueado. Y se le nota en la plaza. En Olivenza se le vió rabioso delante del toro. Como queriendo decir; aquí estoy yo comiéndome los toros. Ayer en Arnedo arrasó de nuevo. En México hace una semanas tuvo otra espeluznante actuación arrancando de cuajo cuatro orejas a base de bragueta y puñetazo en la mesa. La raza de un grande.
De esa forma de torear tan al límite puede devenir un percance porque está faltando al respeto a los toros con ese calentón que lleva encima por todos estos asuntos de despacho.
Esperemos que se calmen los ánimos y el conflicto se resuelva para que la afición y los televidentes no se queden sin disfrutar de las lecciones de un MAESTRO del toreo.
El Juli al natural en Las Ventas. |
Totalmente de acuerdo, aunque hay que ser un poco más objetivos en lo que a sus actuaciones en La México se refiere.
ResponderEliminarJuli se arrimó tigrescamente a unos toros sin trapío y sin pitones, mismos que él o su gente habían seleccionado. No te digo que no se jugó el físico porque sí que lo hizo, sólo aclaro que ante un toro bravo no hubiera sido necesario que se le montara encima para encandilar al respetable y cortar orejas. Y lo de cómo mata sigue siendo de vergüenza ajena.
Por lo demás, ojalá triunfe en su cruzada contra los empresarios camanduleros y los reptiles televisivos.
Un abrazo.